Varias semanas hablando con Gonzalo de ir a rodar por una zona que he visto por el foromtb, que hace poco hizo el grupo Lanchar. Tanto tiempo parado que me apetece ponerme en forma, rodar más que pedrolear y trialear. Además, Gonzalo está iniciandose, y aun no le van tanto las piedras y las subidas duras y prolongadas (sobretodo cuando el trofeo es una bajada pedrolera).
En medio de exámenes parciales de la escuela, nos vamos un Jueves para allá. Son las 17.30, empezamos un poco tarde, pero con muchos ánimos. Vamos pegados al río Perales, zonas de pateo, senderos muy atractivos. Es un paisaje muy agradable después de tanto tiempo a la sombra. Hace calor.
La zona del río termina teniéndolo que cruzar, con una profundidad que nos llegaba a los pies, casi el eje de pedalier, acabamos calados los zapatos. Pero hacía calor.
Pasamos a una zona de pista, es fea, tosca, desagradable, pero rodamos, nos ponemos en forma. Me apetecía rodar y eso es lo que hacía. Más tarde fuimos por un sendero, una cañada, rápida y muy disfrutona, para Gonzalo y para mí. Aquí él volvió a meter pata en un riachuelo que tuvimos que cruzar.
Se iba el sol, teníamos que tomar una estrategia. Ermita de Valmayor, embalse de Valmayor. Piscolabis, y volvemos hacia el coche, atajando por carretera. Hasta esta, por unos senderos con pequeños saltitos, piedras, toboganes, que hacen de un sendero una cosa muy dulce y feliz. Ya no tanto para Gonzalo, quien desea que se acabe.

La vuelta por carretera horripilante, otra vez no para Gonzalo, quien se quejaba un poco de las piedras, y la espalda, y le venía muy bien el liso y firme asfalto. Una ruta de MTB, puro MTB no debe tener nunca nada de carretera, si tiene es para enlazar con más senderos, trialeras, caminos...eso es algo que aprendí en mi primera ruta con el foromtb, "Ruta totalmente inédita. Prohibido pisar asfalto" del grupo entreveredas, del que me siento miembro, y no por que tenga un maillot que lo diga, sino por que mi alma del MTB está unida a ellos, son los que me enseñaron una nueva visión del mountain bike, hasta entonces TOTALMENTE desconocida para mi. Despertaron el gusanillo que tenía dentro aun dormido.
Son las 20.40. Llegamos a los coches. Volvemos a casa. Un Jueves diferente, debería haber más días así.